viernes, 18 de marzo de 2016

HAY QUE PAGAR EL ÓRGANO

Santiago se llenó para escuchar su nuevo
instrumento musical



Alcalá se reconcilia consigo misma 80 años después. En 1936 los bisabuelos y abuelos de muchos niñatos de hoy en día, que juegan a resucitar la guerra incivil, quemaron el órgano de Santiago junto con el resto del patrimonio cultural. Desde entonces, los alcalareños estábamos huérfanos del instrumento musical hecho por el hombre para comunicarse con Dios. Gracias a la iniciativa de Manuel Ángel y media docena de “locos” a los que se les metió entre ceja y ceja que el coro no estuviera desangelado, consiguieron la gesta, sin comillas, de traerse un órgano romántico en venta de una iglesia metodista de Escocia. Una vez afinado fue bendecido por el párroco como instrumento sagrado y el antepasado domingo nos dejó a los que estábamos en el templo con la boca abierta, el alma tranquila y la paz en el corazón.

Las miles de horas que entre todos nuestros pequeños héroes suman, robadas a su tiempo libre, la familia y otros deberes, para poder volver a escuchar en Alcalá a Bach, Händel, Pachelbel, Soler o Cabezón no tienen precio. Es como si la luz se hubiera impuesto a las tinieblas. Como si Alcalá de Guadaíra hubiera subido de golpe y porrazo tres escalones en su ámbito cultural. A partir de ahora se abren infinitas posibilidades para “monetarizar” el órgano, como dicen los economistas cursis: audiciones, ensayos, cursos para aprendices… Lo primero de todo es terminar de pagarlo para que no comprometa el déficit de la parroquia. Animo a todos desde aquí a poner su granito de arena.

El coro del órgano en su inauguración

PUBLICADO EN LA VOZ DE ALCALÁ EL 15 DE MARZO DE 2016


ROMUALDO MAESTRE

sábado, 12 de marzo de 2016

SUICIDIO


Tumbas

















La muerte es el final de la partida.

Definitiva.



Ya no te quedan cartas,

Se te agotó el recurso,

A nadie le importan ya tus trucos

De feriante

Y es indiferente que el albur cambie de signo

La jugada.



Desnudos estamos ante ella,

Contritos,

Nos vamos

Acercando.

Sobre una ventana acecha

















Las manos extiende ante la mesa

Y observa, entonces,

Los surcos del pasado.

Ni Dios existe,

Ni el amor es ciego.

En tu piel van creciendo las manchas

De una edad que nos golpea

Y un viento fuerte

Agita nuestros ánimos.



Tu rostro

Anota con sus trazas

Que el cansancio

Ha hecho mella

En tu mirada.

Tus dedos

Agarrotan sinsabores

Y profetas oscuros

Predicen malos tiempos.

Las lápidas al encuentro














Cortos

Transcurren tales días.

Los ojos están glaucos

Y un remiso

Humor chorrea

De tus labios.



Hazlo, entonces,

Ejecuta el acto mismo,

El solitario,

El perfecto,

Que reivindique la acción  ante el deseo,

Que demuestre

Que aún atesoras valor

Ante tanto cobarde

Y culmine con algo digno

El final de esta farsa,

Tan torpemente escrita

Y, por todos,

Tan mal representada.



DOMINGO CARBAJO VASCO

Madrid, 4 de marzo de 2016

Todas las fotografías pertenecen a la catedral de Santa Brígida, en Kildare, Irlanda, y fueron tomadas por Romualdo Maestre en 2014

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