miércoles, 28 de septiembre de 2011

El magma, los volcanes y los pollos de Timanfaya

Un autobús de turistas recorre el Parque Nacional

1973. José Ramírez Cerdá, presidente del Cabildo de Lanzarote por aquellas fechas tardo franquistas, recibe una postal del jefe del Puerto de Las Palmas donde le anuncia que en Nuevo México hay un paisaje similar al de Timanfaya que es admirado y visitado como Parque Nacional. Manos a la obra: el preboste Ramírez con sus colaboradores, Jesús Soto, César Manrique y José Miguel González, principian los trámites para que las Montañas del Fuego obtengan la misma categoría. Un año más tarde, en pleno mes de agosto, el 9, y mediante Decreto 2615/74 (aún no era Real), y publicado el 17 de septiembre en el periódico más antiguo de España, el BOE, Timanfaya es Parque Nacional.

Echadero de camellos

Logotipo de Timanfaya que representa
 a un diablillo en las entrañas

Hoy, casi 40 años más tarde, es todo un éxito. Cientos de coches de turistas venidos de todo el mundo, y tras pagar ocho euros por barba (las mujeres también), aguardan colas para visitar la emblemática montaña de fuego donde el magma está a flor de piel. Tan es así que si uno de los asalariados echa agua en un conducto enterrado a 15 metros del nivel del suelo una espectacular fumarola de vapor acompañada de sonido sorprenderá a todos. Lo más llamativo de este turismo masivo de foto instantánea es cómo se dejan impresionar por una barbacoa de pollos asados con el calor que desprende el mismo volcán. Toda una pesadilla para las compañías eléctricas si esto se pudiera exportar al resto de la Península. Preguntado al cocinero que se esmera en darle la vuelta a las gallináceas cuanto tiempo tardan en hacerse, me responde que 35 minutos. Ni uno más ni uno menos. Pero lo mejor es la afirmación rotunda que añade después: “Mire, aquí la gente dice que viene a ver el magma, el volcán y todas esas piedras, pero en realidad lo que les trae aquí son mis pollos”. Fin de la historieta verídica y real como que el volcán sigue aún dale que te pego cual estufa natural y llamativa.

Más turistas que hacen fotos


El rey de los pollos asados
 a fuego volcánico 

Tampoco es mal trabajo ser
funcionario canario

lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Es un barceló?

Parece mentira que lo duden. Por su
composición matérica, por la forma de tratar el
color, por su significado, medio animalario medio
mítico... No, lo es. Es más, es una obra mía.
De albero y cola blanca de carpintero.
Que lo disfruten, o lo sufran. La elección es libre.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Llamadores, puertas y tiradores de Pedraza (Segovia)

La puerta del castillo es la original,
algo bastante inusual
Los clavos de la entrada son claramente defensivos
Desde la embocadura de la llave se aprecia el interior
Esta forma, un poco fálica, se repite en
 muchos llamadores
Buzón para cartas
Este tiene forma de pera
Con cabeza de animal
Sobriedad y belleza en la misma pieza
Detalle de un ventanuco
Antigua puerta 
Detalle de la anterior
El símbolo de los dos círculos
A la entrada de la villa medieval, sus escudos
Sobre la pared, pintada en sangre, la mano abierta, símbolo
 íbero de paz, de que no se llevaban armas
Nuestros hermanos musulmanes viven hoy en el casco viejo
Vistas desde Pedraza de la magnífica meseta castellana



Fortaleza de la villa medieval

 

jueves, 15 de septiembre de 2011

LOS MOLINOS, BIC

Una rueda de molino incrustada en el pavimento
 
No, no son bolígrafos de usar y tirar, ni cristal, ni naranja. Son Bienes de Interés Cultural (BIC). Conseguir esta categoría no es caro, aunque sí un poco engorroso, pero para eso están nuestros queridos funcionarios, por lo pronto bastante más ociosos que en aquellos tiempos en los que habían puesto patrullas callejeras para denunciarnos si no habíamos pagado las tasas de la cuba de escombros. Y conlleva enormes ventajas pertenecer al club del patrimonio protegido. No hay derecho que tras el enorme esfuerzo que supone para los contribuyentes la recuperación de los molinos harineros, una panda de vándalos los estén destrozando en la impunidad más absoluta. Da vergüenza ajena constatar lo que dura una rehabilitación. Al cabo de tres meses ya aparecen con pintadas, las rejas arrancadas de cuajo y la puerta violentada. O lo que es más espectacular, un agujero en el muro del tamaño justo para pasar una persona (por llamarla de alguna manera porque un animal no lo haría) con el recochineo encima después de los destrozos causados de dejarnos una leyenda de su cenutria hazaña tipo: “¿Qué, entro o no entro?” 
No podemos poner un guardia civil en cada molino las 24 horas. Ni tampoco reeducar en un solo día a esta manada de burros con DNI y móvil smartphone que pulula por nuestro pueblo, pero podemos endurecer las penas si son pillados. Basta declarar todos los molinos de Alcalá BIC. Entonces, atentar contra ellos, sería un delito penal, con resultado incluso de cárcel. Les puedo asegurar una cosa, los niñatos destroza-loquesea son irresponsables, pero no tontos. Se conocen sus derechos al pie de la letra. De deberes, ni palabra, pero ¡ah! amigo, enseguida, saber que están jugándosela con penas más duras que una simple amonestación, seguro que les disuade. Para eso está el tuenti, el facebook y lo que se tercie. 
Además, promoviendo la declaración BIC de nuestros molinos nos aseguramos su conservación y obligamos a las instituciones a velar con más ahínco si cabe por su mantenimiento.



Pleno mes de agosto y el río lleva mucha agua. Este año
las lluvias han sido excepcionales

PUBLICADO EL 15 DE SEPTIEMBRE