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La famosa librería parisina Shakespeare and Company |
Reconozco
que me ha apenado profundamente
el cierre de la biblioteca del antiguo
Matadero. Como también sentí la de su matriz, ubicada en la calle La Mina, ¿se
acuerdan? Cada vez que este Ayuntamiento clausura uno de sus servicios la
primera pregunta que nos hacemos es ¿hasta cuando? Ellos, los barandas, dicen
que hasta noviembre porque están de obras. Pero para unas humedades no se
cierra un edificio cuatro meses. Para mí, la biblioteca del Matadero era un
lugar maravillosamente gestionado, donde pequeños y mayores compartían todos
los días un espacio de estudio y ocio. Me viene a la memoria la cantidad de
libros que saqué de ella, las películas de la videoteca,
los cuadros colgados
por sus paredes de jóvenes promesas alcalareñas, las atentas funcionarias que
nos resolvían las dudas con sus consejos; me acuerdo de los ordenadores puestos
a disposición de los que no tuvieran acceso a internet, de la prensa diaria
para todo el que la quisiera consultar…
El mini gobierno de Limones, tan
comunicativo y abierto, ha preferido lacrar este espacio de libertad sin que
los ciudadanos se enteren, sin darnos explicaciones, sin que levante mucha
polvareda. Tal vez prefiera que en vez de tener dos bibliotecas decentes
recrearse en la obra magna, en aquella hecha a la medida de su ego. Hoy ha sido
la biblioteca del Matadero,
mañana será el Gutiérrez de Alba para castigar aún
más al centro, para engrandecer a la otra obra piramidal que pierde dinero a
espuertas.
¿Qué
puede ofrecer un municipio si es incapaz de arreglar urgentemente una
biblioteca cuyo mayor coste lo aporta la Junta? Solamente si el equipo
municipal socialista renunciara a una parte insignificante de su sueldo habría
dinero para hacerlo rápido. Por no hablar de los asesores, mamandurrias del
omnipresente partido, desechos de tienta, que tenemos que mantener por la cara. Pero, ¿qué se
puede esperar de un Ayuntamiento que bloquea a este periódico y lo ningunea
después de más de 20 años interrumpidos editándose? Ni lo busque ni lo pida en
la única biblioteca abierta en Alcalá. El “Qué me dices” no falta nunca. Todo
un ejemplo muy gráfico de lo que entienden por cultura democrática. A ver si es
verdad que la volvemos a ver abierta pronto. Y la coletilla de todo: “La culpa la tiene Rajoy”.
PUBLICADO EN LA VOZ DE ALCALÁ EL 1 DE NOVIEMBRE DE 2013
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