Aleta de un pez quemada por un aspa |
Es tarde,
A lo lejos
resuenan unas voces,
Oigo los
ecos
De pasos que
se pierden,
Rumores de
conversas,
Palabras sin
dueño
Que se
acercan,
Sombras e
ideas
Que se van
transformando.
Y quisiera,
Os prometo,
Transcribirlas
Muy
fielmente,
Ser literal,
Incluso en
los acentos,
Calcarlas en
mi verso,
Trasmitiros
su esencia y su sustancia.
Pero
No alcanzo
A traducir
lo que pretenden,
Lo que
intentaron contarme
En ese
instante,
Lo que un
humano
Pretendió
decirme,
Pasarme su
sentido,
Su signo, su
sueño o su creencia.
Al final,
Dejo
De hacerlo
Y escribo
Lo que
siento,
Lo que me
dice el estro
En esta
noche,
Sin pensarlo
Siquiera
Y sin
hablarlo.
Y, sin embargo,
Sé que os
miento,
Que nada de
lo dicho
Es algo mío
Más de otros
Y que el
dolor del hombre
No puede,
¡ay!, comunicarse.
DOMINGO
CARBAJO VASCO
Madrid,
11/11/2016
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