martes, 24 de diciembre de 2019

Perseverancia en la tristeza

Zahara al anochecer

Hoy, afirmo que estoy triste.
Que el invierno 
Existe
Y que, además, no importa.

Que llueve,
Hace frío y el viento 
Golpea inclemente
Nuestro cuerpo
Y nuestra alma leve.

Que estar así es lo que ansío,
Que las causas son muchas y sin cuento,
Que ser hombre es duro y sin descanso,
Que nacer es morir en el momento
Y que las risas de los Dioses se escuchan a lo lejos.
En las aceras,
La soledad camina sin esfuerzo,
Que el amor, vacua palabra es, apenas
Humo, inútil esfuerzo
Y desencanto.
Porque existir es solo un compromiso,
Respirar cada día un puro agotamiento,
Porque la vida se agota en cada paso,
Porque mi rostro, ajado, es más de viejo,
Pues cada arruga es una historia de duelo 
Y de cansancio.
Nada importa la risa de ese niño,
Nada, la fútil alegría del consumo inexacto,
Nada son, al final, los falsos sueños,
Las turbias luces que ocultan los estragos
Del tiempo pérfido 
Que engaña los momentos.

Si, atrás volvieras, acaso
La nostalgia sería lo único válido,
El único tesoro de tus manos,
Que te importa, el único activo
Que disponer quisieras, pues olvido
Y cenizas son todo lo que has dado.

 Desde el principio, este juego
Está perdido,
Las cartas iban ya marcadas, el azar estúpido,
Los borrachos compañeros
Y el resultado nefasto.

Abandonad, humanos, pues, toda esperanza,
Refugiaros en el recuerdo
Y en la pena.
Pues el futuro no existe y os es extraño.
Y, acaso,
¿Qué os importa si digo que no quiero
Esbozar una mueca de sonrisa,
Un atroz gesto,
Fundamentalmente falso?.
Nacer es un crimen, ser humano
Un chiste bastante malo,
Perseverar ajeno 
Es a este mundo y morir es tan bueno
Como el nacer en el intento.

Porque, sabedlo,
Estoy triste y también me importa estarlo.

DOMINGO CARBAJO VASCO
DICIEMBRE DE 2020

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