lunes, 20 de octubre de 2025

Una historia

 

Catedral de Estrasburgo


No le escuches.

Oírle pretende

Pero no confíes.

El poeta promete

Que te ama y que lo hará eternamente.


Y es mentira, como siempre,

Como todas las cosas bellas

En la vida son, efímeras y crueles.


En realidad, el bardo solo a sí mismo

Se desea y cree,

En perpetuo solipsismo

O, mejor dicho,

Solo estima sus versos,

Testimonios irrepetibles

De su vida, plenos de ardor y fieles,

Porque las palabras, sus ecos,

Le sobrevivirán a su muerte.


Lo malo de esta historia triste

Es que tú, antes de contarla,

Ya su final sabes

Y, sin embargo, no te importa

Porque tú tampoco a él le quieres.


DOMINGO CARBAJO

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