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| Alcalá al atardecer, desde el Castillo |
Hablar del sueldo de los políticos en los tiempos que corren es como mencionar la soga en casa del ahorcado. El pasado
Pleno de los salarios, donde el senador volvió a hacer
la jugarreta de su voto de calidad, dejó constancia del gol que metió a toda la oposición por la escuadra. Se sacó de la manga que
los emolumentos de sus concejales no se tocan a menos que él lo proponga. Vamos, que ha perdido la mayoría y todo sigue igual, administrando el cortijo de casi cien mil almas con
sus 13.000 votos de “progreso”. Progreso de los impuestos, que suben de manera geométrica mientras los servicios del Consistorio disminuyen de forma aritmética. Cada día más endeudados, sin saber nada del agujero económico en el que nos ha metido y con la fe ciega de que exprimiéndonos a tributos vamos a enjugar sus desmanes y pésima gestión.
Eso, señor alcalde, era el mensaje que la mayoría de este pueblo,
desde IU hasta los Populares, pasando por sus antiguos compañeros, le querían hacer llegar: no pueden seguir cobrando haberes de directivos cuando los resultados de su administración les pondría a todos de patitas en la calle en cualquier empresa medianamente seria.
Usted, que nos ha metido en este berenjenal, ha sido incapaz de enderezar el desastre, proponer un plan de choque que evite la quiebra económica, llegar a acuerdos con la oposición para adelgazar la maquinaria municipal y buscar en la iniciativa privada el dinero que nos falta para explotar nuestro patrimonio antes de que se derrumbe por falta de iniciativa.
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| Últimas luces del día |
Pero no importa, usted a lo suyo, que es pasar todo lo desapercibido que pueda
en la nueva Junta de Susana Díaz, su antigua rival y hoy incondicional jefa o jefe, lo que decida.
Sin tranvía, sin apoyos, sin dinero, pero con un pedazo de proyecto de carril bici que nos va a permitir a todos los alcalareños desplazarnos en dos ruedas a la capital con la tartera y un bollo en el cesto. Ni Mao en sus mejores momentos de la Revolución Cultural se hubiera atrevido a tanto. No hay día que pase que no compre más papeletas para que le toque una moción de censura en toda regla y le siente, democráticamente, en otra banca.
PUBLICADO EN LA VOZ DE ALCALÁ EL 1 DE OCTUBRE DE 2013
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