Equilibrio y armonía entre naturaleza y agricultura |
Como un desafío al entorno, sin importarles mucho el fuego ancestral de sus volcanes ni las ausencias de lluvias, de forma casi heroica, los campesinos de La Geria, Lanzarote, cultivan la vid entre cenizas. La zona comprende los municipios de Tinajo, Yaiza, Tías, San Bartolomé y Teguise, en la parte central de
Bodegas El Grifo |
Para el cultivo de tan preciados frutos se hace un agujero en el suelo hasta encontrar algo de tierra cultivable. Si no existiera, se trae de otro lado. Luego se cubre de arenas volcánicas, lapilli. Por sus características estas cenizas retienen el agua que ha producido el rocío durante la noche por la humedad ambiental, ya que sus poros filtran perfectamente el agua. Además, enfrían las capas ocultas cuando el sol se encuentra en su plenitud, e impiden que sus rayos penetren en el suelo. Para proteger los cultivos del fuerte viento de la isla, se rodea el nido terrestre con un murete o zoco a su alrededor. Después vendrán los vinos. La mayoría unos blancos espectaculares de la variedad malvasía, aunque se están produciendo también tintos de muy buena factura. La producción es escasa. Apenas salen botellas de Lanzarote. Los peninsulares nos los perdemos. Entre las marcas a tener en cuenta El Grifo y Stratus son las más conocidas y mejor comercializadas, aunque hay bodegas más pequeñas pero muy interesantes también. Huelga decir lo bien que marida estos caldos con los pescados de la isla conejera.
Zocos o muretes alrededor de la vid |
Las casas se integran en el paisaje |
Mitad bodega, mitad defensa |
No merece la pena ir más rápido |
Vides recién cosechadas. Luego vendrá la poda |
Los azules se funden con las nubes |
Y entre la negritud de la arena, una palmera |
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