En vez de arreglarlos, el Ayuntamiento alcalareño creará un centro de interpretación del turismo sostenible
¿Se necesita un centro de interpretación para saber qué hay que hacer con los molinos? |
Después de 30 años de gobierno monocolor en Alcalá (socialista, por supuesto) se puede decir que la obra más importante, y con fondos Feder de la Comunidad Europea, ha sido la recuperación de las riberas del Guadaíra. En este espacio de alto valor paisajístico se encuentran los molinos harineros, de época islámica y medieval, verdaderas joyas de la arquitectura popular. La necesidad de abastecer a las tahonas de trigo molido para la elaboración del pan hizo que, aprovechando las corrientes de agua del río, se construyeran estos ingenios. Muchas veces, a su carácter industrial unían el militar o de defensa, con unas torres únicas, en previsión de correrías o asaltos. Algunos de ellos han pertenecido a la Iglesia, que los arrendaba para su explotación comercial. La historia de estos molinos ha estado ligada también, como no, a la recuperación del río, que de estar prácticamente muerto por la contaminación del alpechín vertido sin control, presenta unos síntomas más que notables de vida, sin cantar aún victoria porque la batalla no está ganada. De vez en cuando, y a pesar del control del Seprona, se vuelve a las andadas y la industria aceitunera hace de las suyas desembalsando sosa cáustica.
Tres de estos molinos, recién restaurados de forma ejemplar por el Consistorio de Gutiérrez Limones, han sufrido el vandalismo de unos desalmados. La cal impoluta y blanca de sus paredes se ha visto manchada de pintadas soeces de aerosoles. Las rejas han sido arrancadas de cuajo y por los huecos han entrado para tirar basuras, defecar, quemar colchones viejos y todo tipo de animalidades impropias de personas civilizadas. Como las basuras no se recogían, éstas han sido quemadas en el mismo sitio, produciendo un estado más lamentable de abandono y dejadez. Si quieren darse un paseo visual para constatar la realidad, les recomiendo busquen en internet la entrada «Las fotos que no verá en la web del Ayuntamiento de Alcalá». Son de vergüenza ajena.
Lógicamente, el consistorio alcalareño no es el responsable de estos actos salvajes perpetrados probablemente por «la generación mejor preparada de la historia». Pero sí de la conservación, vigilancia y mantenimiento de estas construcciones, que estaban llamadas a ser, además, el reclamo para un turismo que tanta falta hace para el desarrollo de un pueblo que día a día cierra comercios e industrias.
Pues bien, en vez de arreglarlos y en un alarde de tomadura de pelo, acaban de anunciar la creación de un centro de interpretación del turismo sostenible, para la «puesta en valor» del patrimonio histórico. Para entendernos, como si a usted le roban y le destrozan su coche y en vez de llevarlo al taller crea un centro para interpretar qué se puede hacer para que sea más ecológico. Si los molinos harineros fueran promovidos y declarados bienes de interés cultural (BIC), cualquier atentado contra ellos tendría unas penas infinitamente superiores a las actuales.
PUBLICADO EN ABC DE SEVILLA EL 4 DE SEPTIEMBRE DE 2012
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