jueves, 9 de febrero de 2012

Viaje a uno de los 20 horrores del mundo

Basurero de la "Chureca" en Managua

Las drogas como la inhalación de pegamentos son muy
habituales en el basurero de la "Chureca"

Desde los carritos se llevan los vidrios, el papel, los metales...

Todos los días, como en una perfecta simbiosis, unos mil quinientos niños, doscientas vacas cebú, perros callejeros y cientos de aves carroñeras llamadas zopilotes, compiten en el mayor basurero de Managua para sacar algo de provecho. Es la “Chureca”, el vertedero donde son arrojadas 1.300 toneladas diarias de residuos sólidos. En cuanto llegan los camiones de la basura, pequeños “ejércitos” de chavales se dedican a rebuscar entre los desperdicios para separar vidrios, plásticos, metales, papel y cartón; todo lo que pueda ser reciclado y tenga algún valor económico. La atmósfera es irrespirable. Los gases que emanan por la descomposición de los residuos hacen que se produzcan pequeños incendios. Los más pequeños muestran desde edad temprana problemas en las vías respiratorias, por no hablar de graves enfermedades de la piel. La tos, la malaria, el dengue hemorrágico, los piojos y el envenenamiento de la sangre por el mercurio son también muy comunes. La mayoría de ellos apenas tienen ni para zapatos. En torno a la “Chureca” ha crecido la marginalidad y la exclusión social. La prostitución y las drogas como la inhalación de pegamentos por los chavales es lo más habitual. Pero es la lucha por la supervivencia. Se calcula que son 2.500 familias nicaragüenses las que de una manera u otra viven del basurero. De hecho, hay ya una pequeña población construida con chapas y restos de obra dentro del mismo recinto. Huelga decir las condiciones infrahumanas en las que habitan, sin la más mínima oportunidad de tener agua corriente o luz eléctrica. El barrizal en el que se convierte con las lluvias es un mar de lodos mezclado con basuras. El vertedero a cielo abierto más grande de Nicaragua ha sido clasificado como uno de los 20 horrores del mundo. Ocupa 42 hectáreas de terreno.


Una niña juega con una bandera norteamericana mientras vigila
los residuos recuperados para ser reciclados
Las vacas, los perros callejeros y las aves carroñeras compiten
por los restos orgánicos 

Ahora, y gracias a la cooperación española, hay un proyecto muy avanzado para sellar el basurero y construir una planta recicladora de residuos que dé empleo a los habitantes de la zona. Para empezar se han empezado a construir viviendas dignas. Son unos 30 millones de euros y está implicado a fondo el Ayuntamiento de Managua. Esperemos que nuestra crisis no merme su desarrollo. No es una cuestión de caridad sino de justicia. Se calcula que Nicaragua necesita 10 años para salir de la pobreza y 25 si es de la pobreza extrema.

Pertrechados con un palo escarban entre la basura

Las enfermedades pulmonares son habituales en los niños

Parar esta injusticia puede estar también en nuestras manos si exigimos que se lleven
a cabo el proyecto del sellado y cierre del basurero a cielo abierto

FOTOS: ROMUALDO MAESTRE

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