domingo, 22 de diciembre de 2013

A luxury collection

El menú

Como todos los años, el grupo de empresa ABC de Sevilla celebró su tradicional comida de Navidad. En ella se reencontaron jubilados y trabajadores en activo de talleres, administración y redacción del centenario periódico. En el acto, que se celebró en el hotel Alfonso XIII de Sevilla -a luxury collection -, se entregaron las placas a los jubilados de este año y se proclamaron los reyes de Oriente que entregarán los juguetes a los hijos de la familia ABC. A continuación, un resumen fotográfico del evento.

The executive chiefs

Feliz Navidad. Seguro que 2014 será mucho mejor


Los homenajeados con su placa


Flores para la mujer, metal para el hombre


El humor de un profesional


La señora, yo y la placa


Orgullo mutuo de maestro y alumno


Tú te vas, pero nos dejas una joya


Si no fuera por ellas el trabajo sería mucho más aburrido


Detalle del techo del salón del hotel

Yes, the spoon is clean


El muslito


Apunten


Disparen


Melchor


Gaspar (Este año ha sido reincidente)


Y Baltasar


Oldies but goldies, like the photographer



martes, 17 de diciembre de 2013

¡Por fin, una lotería que no toca!, pagar

Año tras año nos asegura que éste toca. Y nada.
Pero como no nos cobra y lo hace con toda la ilusión
y el compañerismo del mundo se lo agradecemos de esta
manera. ¡Suerte a todos! Feliz Navidad 

domingo, 15 de diciembre de 2013

INCOMPETENTES

La pancarta que molesta al PSOE y que quieren quitar
Érase un pueblo que se creía rico. Su alcalde y su equipo de desgobierno gastaron a manos llenas sin dar explicaciones a nadie de cómo y en qué se fueron los dineros. Pero se acabaron los pelotazos, los terrenos municipales para vender a precio de oro, las subvenciones a fondo perdido de la Junta, Europa y el sursuncorda que de vez en cuando aparecía para derramar euros. Érase un Ayuntamiento en manos de unos incompetentes que pensaron que el despilfarro, el tirar la casa por la ventana, el colocar a los amiguetes, el contratar asesores, se podía pagar vía impuestos subiendo éstos todos los años y de forma consecutiva “sólo” un 10 por ciento. Incluso para pasar desapercibidos, se inventaron la fórmula de cobrarlos en dos anualidades, a ver si así se le hacía más llevadero al contribuyente la clavada que le acababan de dar. Toda la carga de su pésima gestión caía vía fiscal en los ciudadanos. Pero no pasaba nada, simplemente en las elecciones municipales se dejaba por apatía de ir a las urnas para que ganaran los mismos, con más abstención y menos votos. Hasta que les estalló su maquiavélico juego-bombita en sus manos. Primero perdieron la mayoría porque el descontrol y el autoritarismo de su jefe impedían cualquier tipo de progreso en su propio partido. Y segundo, la gente dejó de pagar esos tributos abusivos. 

Aquí está el resultado. Un municipio quebrado. Ocho mil familias alcalareñas pendientes de embargo por impagos municipales. La empresa que nos recaudaba sin contrato (¿quién va a querer venir a gestionar una ruina?). 21 despidos en ciernes de ser ejecutados en Arca y el senador mirando para otro lado. 

A esto es lo que nos conduce las políticas socialistas. En vez de coger el toro por los cuernos, encargar una auditoría, sentarse con la oposición (mayoritaria, les recuerdo) y hacer un plan de viabilidad económica que reconduzca esta situación de quiebra, se atrincheran para ir despeñando a los demás y salvarse ellos. Pues nada, sigan así que vamos muy bien. Hoy nos recaudará el Opaef, mañana nos gobernará su rival, la Diputación de Susana Díaz, si no lo está haciendo ya.

PUBLICADO EN LA VOZ DE ALCALÁ EL 15 DE DICIEMBRE DE 2013

En caso afirmativo, ríase un poco Mas

Enlace permanente de imagen incrustada
Esta, aunque parezca mentira, fue portada de un periódico

Basado en programas de la televisión

Tres tipos de estado

Este no se anda con chiquitas

Sobran las palabras



sábado, 14 de diciembre de 2013

¿Y qué buscaba el archivero en los desechos de aquellos papeles ardiendo…?

Detalle de un expediente quemado del archivo municipal de Los Palacios

La Asociación Provincial Sevillana de Cronistas e Investigadores Locales (Ascil) entregó ayer sus VI premios de investigación local en la Casa de la Provincia de la Diputación de Sevilla. En esta ocasión los galardonados son el historiador, Juan A. Silva Fernández, la editorial Aconcagua, el Área de Cultura de la Diputación Provincial y Julio Mayo, archivero municipal de Los Palacios por su encomiable labor para recuperar el patrimonio tras el incendio. Por su interés, reproducimos íntegro el discurso que pronunció en el acto:

¿Y qué buscaba el archivero en los desechos de aquellos papeles ardiendo…?, ¿qué buscaba? ¿Por qué se empeñaba en hacer ver que no eran escombros?, ¿por qué tanta lucha, casi contra la razón, para impedir que se certificara la defunción de tantos y tantos actos políticos y cívicos que habían quedado estampados en los documentos que atesoraba el Archivo Municipal?

El archivero soñaba con que Los Palacios y Villafranca mantuviera vigente un gesto, un corazón, un mensaje de Historia para seguir construyendo un mundo más justo, insuflado de un espíritu tan hermanado y solidario, como el que tan acertadamente simboliza el escudo de mi pueblo, en el que dos hombres se dan para siempre la mano. No olvidemos nunca que el acuerdo de los vecinos plasmado en este documento, aunque sea gráfico, representa uno de los principios elementales del nacimiento de nuestra civilización. Y otra vez más, el documento, como el vehículo, como el soporte más fehaciente para diseccionar la realidad.

También buscaba que nuestra sociedad local no tuviese que desandar caminos y logros ya conquistados.

Andrés Alés, encuadernador voluntario, en la nave donde se depositó
provisionalmente el archivo

Con esta idea concentramos nuestros esfuerzos en rescatar a primeras horas de aquel día del incendio, el emblemático Libro Becerro, del siglo XVII, que es una de las piezas más importantes de nuestro patrimonio histórico y documental. Muy pocas horas después también tuvimos acceso a cuatro Libros de Propios y Arbitrios de Villafranca de la Marisma, fechados en el siglo XVIII. Pero con el mismo testón, con la misma raza y con el mismo cariño, mantuvimos la ilusión durante los 6 días en los que se prolongó la evacuación por rescatar hasta el último expediente administrativo que sobrevivió a la devastación del fuego.

Tengo que reconocer, que el archivero terminó encontrando finalmente mucho más… de lo que buscaba.

Éste que hemos vivido, es el ejemplo en el que un pueblo saca lo mejor de sí mismo después de su peor tragedia. Mientras se extendió de inmediato el lamento generalizado de haberse perdido esa Historia entretejida, a diario, por los ciudadanos de pié, aunque luego el historiador pudiese reconstruirla acudiendo a otras fuentes alternativas de información, el archivero no escatimó ningún esfuerzo por resucitar de entre aquel desolador «campo de batalla», todas las voces de la verdad que pudo. En un mundo de mentiras, decir la verdad, es formular un acto revolucionario. Posiblemente es tener que salirse de él por el postigo de la marginalidad. Gracias a la variopinta pluralidad documental y veracidad informativa que custodian los archivos, se enriquece todavía más el desarrollo sociocultural de la Humanidad.

Un detalle del acto de entrega de
los premios
Obligado quedo, por tanto, a transmitir mi mayor agradecimiento…

1) En primer lugar, a la Asociación de Cronistas e Investigadores Locales de Sevilla y su provincia, que representa una apuesta personal por dignificar y poner en valor las Historias locales, todavía no elevada a su verdadera categoría ni por la propia Universidad, donde no constituye ni asignatura obligada en la carrera universitaria.

2) A Salvador Hernández, presentador mío en el día de hoy. Él es el principal manantial documental, bibliográfico y docente que con mayor caudal suministra mi vida de historiador. Maestro en la composición de historias locales.

3) A la Excelentísima Diputación provincial de Sevilla. Es la única institución pública, junto con el Ayuntamiento de Los Palacios, que ha prestado personal técnico y cualificado para sacar adelante el Plan de Rescate de nuestro Archivo Municipal.

4) Al Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca, hoy personificado aquí por… y con su alcalde Juan Manuel Valle, a la cabeza. Representantes del pueblo que me ha hecho como persona. Vecinos que me ha hecho ver con el paso del tiempo la necesidad de mantener vivo y fortalecido su Archivo Municipal. Agradecerte, señor alcalde, todas las iniciativas adoptadas en beneficio del rescate y la numerosa mano de obra prestada por todos los operarios y empleados municipales que vienen ayudando desde que ocurrió el incendio. Te agradezco públicamente el apoyo y la confianza depositada en mí. 


Voluntarios haciendo tareas de limpieza

5) Y a los voluntarios. Desde el primer momento entendieron que se encontraba en alto riesgo la alteración de las señas de identidad de nuestro municipio. Todas ellas y todos ellos, son los verdaderos artífices de la devolución a la vida de unas expresiones y unos testimonios escritos que conforman el conjunto documental de nuestro archivo. En una sociedad materializada e individualista, no deja de sorprendernos hoy el comportamiento cívico de un grupo de personas que se han distinguido por destapar unos valores tan sobresalientes. Pero lo que sorprende, y a mí el primero, ha sido la capacidad del colectivo para encontrar una serie de soluciones técnicas –con independencia de la formación académica de cada uno– que han resultado fundamentales para ejecutar el Plan de Rescate y Salvamento del material documental siniestrado.

Alguna que otra entidad oficial muestra cierta reticencia a la intervención de personas ajenas al mundo del archivo. En nuestro caso apostamos más por ir instruyendo y entusiasmando a un grupo, preñado de ganas que han prestado un servicio a su pueblo en particular, y al valor universal de la cultura, como principal herramienta para el desarrollo de nuestra sociedad, en general. Un compromiso, vuestro coraje colaboracionista, que adquiere mucho más mérito por la precariedad de medios y recursos con los que hemos tenido que sacar adelante este proyecto.


Todos los voluntarios fueron premiados


Os felicito, porque con vuestra actuación tan ejemplar, habéis creado ya un claro precedente en el modo de gerenciar y administrar este tipo de catástrofes.

La del voluntariado es, por tanto, también una hermosa Historia, pero en este caso de sacrificio, de implicación y de dedicación altruista de querer y amar a su pueblo. ¡Con gente tan buena como las que hay aquí, se levanta un país en un minuto!

6) También quiero agradecer el especial mecenazgo que han prestado las empresas Juvasa y  Restaurante Manolo Mayo por las aportaciones materiales y económicas que nos han reportado.

Me pregunto, ¿se han quedado anticuados los archivos?

Los documentos rescatados suponen una garantía de los actos jurídicos que han venido manteniendo los ciudadanos con el Ayuntamiento. Ante la reducción del fondo documental, no cabe duda de que éstos han terminado ya por adquirir, aún si cabe un mayor valor histórico y antropológico.

Queridos investigadores, cronistas e historiadores, recordemos que para el ejercicio de hacer actual la Historia de siglos, las fuentes de información primaria, los archivos, son ese río caudaloso de agua viva, un fecundísimo semillero, que surte de energía y riqueza intelectual a un pueblo. Después de tantas horas de trabajo, dolor y llanto, podemos poner en la Giralda un cartel que rece: «Ya soleado, no de fuego, sino de memoria plena, vuelve a la vida el Archivo de Los Palacios».

Julio Mayo recibe el premio en la Casa de la Provincia

Plaza Blas de Lezo en Sevilla… ¿Por qué no en Nervión?

Posible ubicación para la plaza Blas de Lezo

Lo subrayaba mi dilecto Romualdo Maestre en este su blog, en el que he hallado generoso cobijo en más de una ocasión. Si no hubiera sido por Blas de Lezo, la Casa de la Contratación de las Indias no habría estado en España sino en Inglaterra, y se hablaría inglés desde los Estados Unidos hasta la Patagonia. Pero el Mediohombre, pues se quedó cojo, manco y tuerto, un español nacido en las Vascongadas, no lo permitió porque fue siempre un hombre de cuerpo entero por más mutilaciones que sufriera en combate con los enemigos de España, en especial la corsaria y pérfida Albion. Se quedó cojo…, pero siempre los tuvo muy puestos. Los dos. Porque en 1741, es de justicia recordarlo una vez más, en Cartagena de Indias detuvo la mayor ofensiva naval de todos los tiempos excluida la de Normandía en 1944. Seis barcos, tres mil hombres armados y 600 indios flecheros pararon a 195 navíos, 3.000 cañones, 25.000 ingleses y 4.000 milicianos de las colonias británicas en América. Con un par ciertamente. La humillación inglesa fue, sigue siéndolo, histórica.

Sevilla, pese a ser en el pasado puerta y puerto de Indias, no honra la memoria de tan grande héroe que defendió a ultranza el pabellón español en Ultramar. Esta ciudad ingrata, que sin embargo blasona en su escudo ser “muy noble”, pero poco puede serlo cuando ignora a un inmenso compatriota y exalta a cualquier papafrita, no tiene vía urbana dedicada a Blas de Lezo…

-¿De Lezo? ¿Ese fue quizá un oriundo que jugó en el Betis…?

Y no la tiene, pero ha podido tenerla tras iniciativa de la Asociación de vecinos San Jerónimo-Alamillo que, incomprensiblemente, se ha visto frustrada, aunque la calle hubiese estado ubicada en El Higuerón, casi un polígono industrial.

Pero que no cunda el desaliento. Hay que insistir.

La plaza, actualmente, carece de rótulo y cuenta con un parque infantil


Del mismo modo que se ha promovido y está en marcha una campaña nacional para pedir a Ana Botella, alcaldesa, que Madrid rotule una plaza con el nombre del héroe guipuzcoano, el lugar para honrar en Sevilla a Blas de Lezo puede situarse, si al señor Zoido le parece bien, en su barrio de Nervión, en pleno centro geográfico de la ciudad. Precisamente donde hogaño habría que situar una venera, como la de la calle José Gestoso para recordar el punto cero del casco antiguo de Sevilla, por cierto el más antiguo de Europa y quizás también el más vilmente destrozado. En la avenida de Eduardo Dato, junto al gol sur del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, se alzan desde finales del siglo pasado, consecuencia de la reurbanización de la zona, una plaza con arriates y arboleda, además de un pequeño parque infantil, que carecen de nombre, o al menos el lugar no luce rótulo alguno.

¿Qué mejor sitio para honrar definitivamente en Sevilla a Patapalo? Al almirante nacido en Pasajes cuya memoria debe ser reparada para darle auténtica satisfacción a la Historia. Y a todos los españoles de bien, que son la inmensa mayoría. La pelota hay que mandarla de un fuerte voleón al tejado del alcalde. Y a lo mejor, si conseguimos dar satisfacción a nuestros propósitos, los futbolistas de la Real Sociedad quizás se enteren de que detrás de una de las porterías del campo del Sevilla permanece el recuerdo de un español entero, pese a sufrir tantas amputaciones, que siempre fue de frente y no como tantos cobardes nacidos en su misma tierra vasca unos siglos después.


José María AGUILAR

miércoles, 4 de diciembre de 2013

¿En qué fecha nació Pepe Luis Vázquez?


El azulejo en honor al insigne torero, o la destrucción de San Bernardo



Pepe Luis Vázquez, delante de su casa natal
San Bernardo, el histórico alfoz lleno de reminiscencias fernandinas en su nomenclátor, nunca dejará de ser barrio antiguo, pero ya no es también barrio viejo como cantaba la sevillana. Damnificado por la insaciable y voraz especulación inmobiliaria, que se significó con saña en asolar antes que en rehabilitar, queda poco del arrabal que guardó para sí los silbidos de todos los trenes que entraban y salían de la desaparecida estación de Cádiz, cuya cercanía determinaba la condición de barrio obrero de ferroviarios. Como igualmente fue vecindad de trabajadores de la antigua Fábrica de Artillería, cuyos atribulados muros necesitan hoy con urgencia una reparación a fondo antes que el encalado remendón y transitorio que se le está aplicando, y barriada de empleados del antiguo matadero que dejó paso al mercado de la Puerta de la Carne tras su derribo, y de niños que más allá de jugar al toro se atrevían a desafiar a reses bravas antes de que se cumpliera la sentencia del sacrificio a manos del matarife. Barrio taurino que dio lustre a la Tauromaquia hasta el punto de que hubo un tiempo en que se llegó a anunciar carteles de Feria con los tres matadores, e incluso cuadrillas al completo, vecinos de este rincón de Sevilla encomendado desde hace siglos al Cristo de la Salud y María Santísima del Refugio. 

Pasear hoy por el arrabal evoca nostalgias. En la calle San Bernardo, si se entra por el puente y tras dejar atrás el edificio que albergó el bar que se hizo famoso por la película “Solas”, ejemplo palmario de talento andaluz cinematográfico, el paseante se encontrará con un azulejo que le informa de que en esa casa cuya fachada luce la cerámica nació Pepe Luis Vázquez, cumbre de la Tauromaquia de todos los tiempos, aquél de quien decía Manolete que su toreo “chorreaba almíbar”. La leyenda dice así: “El día 21 de diciembre de 1921, nació en esta casa el diestro Pepe Luis Vázquez que paseó por todo el orbe taurino el nombre de Sevilla. El Excmo. Ayuntamiento de esta ciudad le rinde homenaje al cumplirse este año el 50 aniversario de su alternativa.” 

Falso. Aquella no es la casa natal del Rubio de San Bernardo, que se nos fue en el mes de mayo a los 91 años. Su auténtica casa, un corral del siglo XVIII catalogado, sucumbió ante la destructora ambición de la especulación más brutal. El derribo, ilegal a todas luces, fue perpetrado a primeros de noviembre de 2001 aprovechándose el puente festivo de Todos los Santos. Un atentado contra el patrimonio histórico por el que la Gerencia Municipal de Urbanismo anunció la interposición de una multa de 24 millones de pesetas al arquitecto responsable de la demolición y la orden de reconstruir el corral con los materiales originales recuperables. La Junta de Andalucía, por su parte, anunció en aquellos días que estudiaría sancionar a los autores del desaguisado con una multa de hasta cien millones de pesetas. 

Este es el azulejo desaparecido

En la fachada de la casa dieciochesca existió otro azulejo, no el que ahora el paseante puede encontrarse. Aquél fue descubierto por el propio matador de toros retirado en acto que, presidido por el alcalde Manuel del Valle, se celebró el 3 de octubre de 1990, en cumplimiento de una iniciativa del Grupo Popular que en 1987 instó al Ayuntamiento a homenajear a Pepe Luis Vázquez con motivo del cincuentenario de su debut en la plaza de toros de Sevilla. Hubo que esperar tres años para que el maestro fuera distinguido por su ciudad, coincidiendo con la conmemoración del medio siglo de su alternativa, que tomó en el coso de la Real Maestranza de Caballería. Aquel azulejo rezaba así: “El día 3 de enero de 1922, nació en esta casa el diestro Pepe Luis Vázquez que paseó por todo el orbe taurino el nombre de Sevilla. El Excmo. Ayuntamiento de esta ciudad, le rinde homenaje al cumplirse este año el 50 aniversario de su alternativa. Sevilla, octubre 1990.”

¿Dónde fue a parar este último azulejo, el que descubrió Pepe Luis? ¿Fue destruido con nocturnidad y alevosía como el resto de la casa que lo acogía? ¿Alguien se lo quedó para sí, como tesoro taurino particular pese a ser propiedad de todos los sevillanos, y en su lugar colocó el que hoy luce la fachada? 

Y este es el actual, que como se puede comprobar no coincide la fecha


Se trata de un nuevo ejemplo de lo vulnerable que es el patrimonio común. Nada tiene que ver estéticamente un azulejo con otro, aparte de proclamar en su texto meridianas diferencias. En la cerámica que luce en San Bernardo, ¿dónde figura la fecha de su inauguración que como tal acreditaría la conmemoración del cincuentenario de la alternativa del maestro? Y, lo más significativo, ¿Pepe Luis nació el 21 de diciembre de 1921, como se lee ahora, o el 3 de enero de 1922, como anunciaba la placa que el propio artista descubrió? Sobre el natalicio hay discrepancias según las fuentes. Una “pedia”, como Wickipedia, señala el 21 de diciembre de 1921, y otra “pedia”, Sevillapedia, se va al 21 de diciembre de 1922. Por el contrario, el Cossío, que es la Espasa del toreo, o mundotoro.com, fijan el nacimiento el 3 de enero de 1922. Cuando el maestro murió el 19 de mayo de este año se difundió que había nacido el día del solsticio de invierno de 1921. 

Sea una u otra fecha, en San Bernardo se perdió un corral del siglo XVIII catalogado, la casa donde nació Pepe Luis Vázquez. Otro doloroso ejemplo de la destrucción de Sevilla. Para consuelo, en el paseo de Colón permanece frente a la plaza de toros desde abril de 2003, ¿y para siempre?, la escultura en bronce de Alberto Germán Franco con el porte galano y pinturero del eterno Pepe Luis y su “cartucho del pescao”. 

REHILETERO

domingo, 1 de diciembre de 2013

Carta de un soldado español fusilado en 1921 en Monte Arruit, África

La carta se encontró entre los restos del soldado


En la primavera de 2012, en excavaciones en lo que antaño fue el fortín español de Monte Arruit (a unos treinta kilómetros de Melilla) apareció el cuerpo momificado de un soldado español. Según cuentan los arqueólogos y antropólogos, las condiciones climáticas de la zona han hecho posible la buena conservación del cuerpo así como la de alguna de sus pertenencias y restos del uniforme. Entre sus pertenencias destaca una pitillera de cuero y metal con las iniciales P.G., una foto de una mujer joven, una pequeña moneda de plata con la efigie de Alfonso XIII y una extensa carta todavía legible. Todos los indicios, y sobre todo por el lugar del hallazgo y datación de la carta, apuntan a que este hombre fue una de las víctimas de la matanza de españoles acaecida el 9 de agosto de 1921 en Monte Arruit. Es uno de los episodios más lamentables ocurridos en la Guerra del África.

Los investigadores quedaron asombrados al leer la carta que portaba este soldado. El papel amarillento, compuesto por dos páginas y doblado por la mitad estaba metido en un sobre. Los datos personales no han sido revelados por las fuentes investigadoras.

En el sobre dice:

Hermano de armas, si lees esto será porque yo habré muerto. Por favor, cumple la última voluntad de este soldado español que ha caído por la Patria y haz llegar esta carta a María […] que vive en Málaga en la calle […]. Sus padres se llaman Manolo y Antonia.

En la carta se puede leer:

Mi dulce María,

Nunca pensé escribir esta carta, pero lo preocupante de la situación me lleva a ello. Llevamos días atrincherados y defendiendo Monte Arruit, apenas tenemos agua y comida. Los moros nos cercan y nos hacen fuego, cada día tenemos nuevas bajas, ya sea por causa enemiga o por efecto del calor, y no tenemos medicamentos ni medios de asistencia sanitaria. Según dicen, el General Berenguer le ha prometido a Navarro que mandarán refuerzos desde Melilla, pero la ayuda nunca parece llegar. Hay descontento y pesar entre los hombres aquí. Hay rumores fiables de que se negociará la rendición de la plaza, pero no sabemos mucho más al respecto. No sé qué pasará, hemos pasado muchas penurias en esta maldita guerra, pero como la de Monte Arruit no la he vivido. Ya se sabe como actúan los moros y tengo mucho miedo por lo que pueda pasar, estamos prácticamente a su merced y no creo que podamos resistir mucho más el hostigamiento al que nos someten. En el campamento tratamos de animarnos los unos a los otros; por su parte, día tras día, los oficiales nos recuerdan lo que implica ser un soldado español con arengas patrióticas, pero lo que más nos reconforta, dentro de lo que se puede, es la camaradería que hacemos todos en estos difíciles momentos. 


La verdad que no sé por qué te estoy contando esto, supongo que por egoísmo al desahogarme con este papel. No quiero robarte más líneas, ya que esta carta es para ti: la dulce niña de mis ojos, mi morena, mi malagueña, mi razón de vivir, mi anhelo, la estrella que me guía en las noches, la única persona por la cual suspiro día tras día y me reconforta pensar que pronto te veré, que pronto te abrazaré, que pronto te besaré y que pronto me casaré contigo. Dios sabe lo mucho que te quiero. Aún me acuerdo de la primera vez que te vi, con aquel vestido azul, tu pelo negro azabache recogido en un coco, esos ojos verde esmeralda que son capaces de cegar más que este sol africano y convertir a cualquier hombre en estatua de sal con sólo regalarle una mirada tuya. Me acuerdo de la canasta de mimbre llena de pescado que llevabas pues venías del mercado y como yo, apoyado en la pared de la calle de mi casa, quedé absorto ante tu belleza. Te eché un piropo cuando pasaste por delante mía, no pensé que me hicieras caso, ya que tal hermosura tiene que estar acostumbrada a que te los digan, pero giraste tu preciosa cara, me miraste y me sonreíste. Bendito piropo aquel. Te pedí acompañarte a casa para hablarte por el camino y me lo permitiste. Desde entonces fuimos inseparables, me costó que tu padre me aceptara, pero ya sabes que la insistencia siempre ha sido mi virtud. Aún me tiemblan las piernas cuando me acuerdo de aquel primer beso que te robé en la puerta de la casa de tu tía, se nos paró el mundo alrededor en ese instante. En fin, hay tantas cosas que podría contar… Seguro que mientras lees esto estás esbozando una sonrisa. En estas líneas que llevo hablando de ti se me ha olvidado momentáneamente todo lo que estoy pasando aquí. Siempre serás mi mejor medicina y el remedio de todos mis males. Ya sabes que al comienzo de esta carta te dije que nunca pensé escribirla. Es de despedida, mi amor. Si recibes esta carta será porque yo ya no estaré. No quiero ser egoísta y por ello te pido que no me guardes luto, que no te apenes por mí, que rehagas tu vida lo más pronto posible y que no me eches en falta pues yo siempre estaré contigo en cada momento de tu vida. Que seas muy feliz y que hagas realidad todos tus sueños, ya que los míos se cumplieron cuando me dejaste amarte. Quiero que sepas que mis últimos pensamientos son para ti y que siempre te querré y cuidaré allá donde esté. 

Monte Arruit a 8 de agosto de 1921. De tu soldadito, Pedro.


Según narran las fuentes investigadoras, el 9 de agosto el General Navarro parlamentó la entrega de Monte Arruit con los jefes tribales marroquíes. Las condiciones fueron que los españoles entregaban las armas y saldrían del fortín sin hostigárseles y, además, se proporcionaría transporte a los heridos. Así pues, los soldados españoles desarmados comenzaron a salir de Monte Arruit en columna, pero al poco tiempo los moros, de manera inesperada, atacaron a los españoles desde distintos flancos produciéndose una enorme matanza. De un contingente de 3.000 hombres, sólo 60 lograron sobrevivir.

A veces el destino y la suerte se unen. Aunque no ha sido fácil, según revelan los investigadores, se ha podido localizar a familiares de la destinataria (María) de la carta. Antonio, un nieto de ésta mujer ha contado que su abuela, aunque se casó años después de lo acontecido en Monte Arruit, siempre tuvo en su mesita de noche la foto de un joven soldado con un rosario sujeto en la esquina del marco. Durante muchos de años, incluso ya casada y con hijos, día tras día acudía al puerto de Málaga con la esperanza de que llegara el barco que habría de traerlo. Mi abuelo siempre respetó a mi abuela y supo que jamás ocuparía el puesto de aquel primer novio. No obstante, fueron un matrimonio feliz. Falleció en 1987, a la edad de 85 años. Pidió ser enterrada con la foto de su primer amor y el rosario entre las manos.

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