domingo, 3 de mayo de 2015

Carta de un soldado anónimo a los políticos el día de la Fiesta Nacional


"Ustedes me piden a mí la vida"



Estimados señores políticos:

Soy un soldado español que todos los años desfila, si no con mi presencia sí con mi corazón, en este día de nuestra Fiesta Nacional. Este año, como no podía ser menos y a pesar de los recortes (desfilar con el corazón es gratis), también he desfilado por el paseo de la Castellana, feliz por estar arropado por mis conciudadanos. Pero al llegar a la tribuna de autoridades y volver mi vista a la derecha he visto apenado muchos huecos entre los presidentes autonómicos, diputados, senadores, sin distinción de partidos políticos... y no solo apenado, señores, si no también ofendido, y me imagino que querrán saber por qué.

Porque son ustedes los que me llaman cuando arde el monte, cuando una riada causa estragos o cualquier otra desgracia en la que sea necesaria mi presencia y mis conocimientos.

Porque son ustedes los que con el solo gesto de pulsar un botón en el Parlamento deciden que vaya a jugarme la vida en Afganistán, Kosovo o el Líbano... y algunas veces la pierda.

Porque son ustedes los que esperan que en caso de necesidad (ojalá no la haya nunca), yo esté preparado para darlo todo en defensa de mi país y mis conciudadanos, incluso la vida.

¿Les parecen a ustedes suficientes motivos? Algunos de ustedes han alegado problemas de agenda, otros que esta no era su fiesta... pero cuando ustedes me llaman yo no miro mi agenda, ni si para mi es fiesta o no... simplemente voy.

Ustedes me piden a mí la vida si fuese necesario a cambio de un sueldo irrisorio para lo que se espera de mí, y yo en cambio sólo les pido una hora de su tiempo al año para que demuestren respeto y reconocimiento por mi labor... Es una pena que ustedes, que dicen representar al pueblo, no estén a la altura de este pueblo que sí sabe reconocer y agradecer mi esfuerzo, pero estén ustedes tranquilos, que cuando por desgracia me llamen para solucionar cualquier estrago, o para que vaya a un país extranjero a ponerme delante de balas que no son mías, allí estaré, no por ustedes, si no por mis conciudadanos.

Hoy era mi fiesta y ustedes no han estado ahí, así que con el debido respeto... ¡que les zurzan! Por cierto, se ha recortado un 65% el gasto del desfile de la Fiesta Nacional, en atención y a la necesidad, por la grave situación que atravesamos. Aplíquense ustedes el cuento.


"A ponerme delante de las balas que no son las mías"



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