Como a los hijos de la mar, nos cortarán la cabeza. Seremos un desecho de humanidad a la intemperie. Moriremos inexorablemente. Los que ya lo han hecho nos aguardan desde el silencio opaco de las sombras. Pero aunque creas o no nuestro espíritu permanecerá. En forma de obras, escritos o hijos. No importa, claro que no importa. Nosotros también somos hijos de la mar
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