El dragón de Alcalá (en segundo plano) |
Al alcalde-senador, de tanto viajar a Madrid para cumplir
sus escrupulosas obligaciones en la Cámara Alta , le han hecho la pirula en su
municipio por lo bajini sin que se entere. El vodevil de me voy pero me vuelvo
de Laura Ballesteros ha puesto ya la piqueta definitiva en un Ayuntamiento que
más que gobernar sobrevive a dos tristes realidades. La primera es que,
endeudado hasta las cejas y en quiebra técnica, no sabe ni como salir de este
atolladero que pretende que paguemos vía impuestos los alcalareños. La segunda
es que el enemigo a batir no es la oposición, sino la disidencia dentro del
propio grupo municipal. Disidencia que no es ni mucho menos ideológica, no. No
es que el pensamiento marxista-limonista esté en lucha dialéctica con la
corriente socialdemócrata-susanista. Aquí de lo que se trata, ya lo cantó el
Gran Combo, es que “no hay cama pa tanta gente” o dicho de otra forma pero
también al caribeño modo: “Quítate tú, pa ponerme yo”. Suele darse esta
situación social pancista cuando la demanda de estómagos agradecidos no
coincide con la oferta dineraria de carguitos y prebendas, muy típico de la
crisis económica y de votos.
A don Antonio, al que todos le reían las gracias y le
animaban incluso a liderar el partido en la provincia cual si de un nuevo shoemaker prístino se tratara, le han
creado un gobierno paralelo dentro de su Ayuntamiento. Ahora cualquiera puede
convertírsele en el concejal o concejala número 13, en el que decide si tiene o
no la mayoría para hacer lo que le venga en ganas. La moneda de cambio para
conseguir tenerlo atado de pies y manos. Y esto, no es que sea grave, es que es
intolerable. Ya no solamente están usando el partido para su lucro personal,
que eso por lo demás es lo que hacen casi todos, sino las actas municipales. En
cualquier formación medio seria, esta señora de ida y vuelta estaría ahora
mismo proscrita y prescrita, pero dada la situación de emergencia local, lo
mejor es borrón y cuenta nueva, como si aquí no hubiera pasado nada. Y la
verdad, es que en Alcalá, cada vez pasan cosas menos interesantes que su
hedionda política.
PUBLICADO EN LA VOZ DE ALCALÁ EL 15 DE MAYO DE 2013
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