viernes, 31 de enero de 2014

LOS MOJONES DEL DRAGÓN

¿Qué son más feas, las nuevas farolas o los
mojones del dragón?
No contentos con el adefesio del puente en las afueras de la ciudad han soltado al dragón por las calles de Alcalá y voilà, el resultado. Unos maceteros de más de un metro todo forraditos de azulejos de colorines por la calle Silos. Vamos, los mojones del monstruo. ¿A quién se le ha ocurrido tamaña memez? ¿Es que no se dan cuenta de que no se puede ser más antiestético? ¿Qué tenemos nosotros que ver con un falso y pseudo modernismo que aquí nunca ha existido? Por si el atropello no fuera suficiente, aparte de una horrible fuente en medio, ahora han regado de mojones una calle entera recién restaurada. Y como no hay dos sin tres, las farolas. ¡Qué horror! ¡Qué ordinariez de lámparas! Hasta cuatro patas para una sola luminaria. La calle entera parece una chatarrería. Pobres vecinos que tengan que aguantar esta falta de gusto. Medio mundo intentando contaminar lo menos posible con el mobiliario urbano y aquí los catetos del Ayuntamiento multiplicándolo por diez inútilmente. ¿Cuánto nos ha costado esto? ¿Han presentado las facturas de este despropósito? Con lo fácil que hubiera sido gastarse el dinero en unos alcorques con árboles para hacer una avenida importante de Alcalá agradable. 
Pero no pasa nada. Aquí tenemos unas tragaderas que nos cabe todo, hasta los mojones del dragón con sus correspondientes farolas de playa hortera cada veinte metros. A ver quién es el guapo que le pide responsabilidades a este Consistorio por las cagarrutas de la calle Silos. Y lo que habremos pagado en este municipio de ruina. El personal más tieso que Caín y ellos haciendo el payaso, porque así es como ha quedado, como un circo de colores. ¿No existen arquitectos en Urbanismo? ¿Nadie le ha dicho al baranda de este resultado chabacano que había otras alternativas? ¿O es que piensan llenar Alcalá de más mojones como los de la calle Silos? ¡Ay Señor!, cuarto y mitad de  Gamonal se merecen estos profetas de lo horrendo. 

PUBLICADO EN LA VOZ DE ALCALÁ EL 31 DE ENERO

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