jueves, 11 de agosto de 2011

Presumir de demócratas

Cuanto más presume alguien de ser un demócrata más tienes que desconfiar de sus virtudes. Los verdaderos, como los señores, jamás hacen gala de sus actitudes, simplemente las practican todos los días. Sin que los demás nos tengamos por qué dar cuenta.

Huye de los que dicen defender tus derechos. Seguramente utilizarán los tuyos para sacarles partido y rédito económico a los suyos. Además, lo más probable es que nunca coincidan. Ni en tiempo ni en forma.

Campanario de Santiago en Alcalá

El problema de la belleza en arquitectura es que necesita siglos para consolidarse y su contraria, la fealdad, solamente días, a veces incluso con una piqueta en la mano, bastan unas cuantas horas.

Si todo lo que hacemos en nuestra vida fuera reversible como un montaplex o un mecano ¡cuántos disgustos nos ahorraríamos! Pero qué poco arriesgada y aburrida sería nuestra existencia.

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