miércoles, 9 de enero de 2013

Historia del Chalet Árabe, una casa de citas

La historia es una sucesión de hilos entrecruzados, un ramillete de cerezas en la que si se tira de una aparecerá otra más jugosa. Esto lo sabe muy bien José Ramón García Martínez, quizás uno de nuestros mejores historiadores navales y sin lugar a dudas el mayor especialista de la Armada de Isabel II y de su contraalmirante Casto Méndez Núñez. Coleccionista infatigable de cachivaches, pateador nato de mercadillos, rastros y demás comercios a la intemperie de lo desclasificado, encontró una chapa de latón con la siguiente inscripción: Chalet Árabe, 10 pesetas

La pieza es de latón.
Diámetro, grosor y peso: 25’23 x 0’85 milímetros y 2 gramos


Ni corto ni perezoso, como buen investigador, empezó a rumiar qué podía ser ese objeto aparentemente sin sentido alguno, esa ficha a medio camino entre un pagaré y una moneda de cambio. Las incógnitas pronto se despejaron. El Chalet Árabe era una casa de citas de los años 30 en Valencia. Bany 12 representaba el nombre de la calle y su número. Y la pieza, ríanse de las tácticas de fidelización de hoy en día, una gracia o recompensa para sus mejores clientes. Si tenemos en cuenta el índice de precios de la época, constataremos que el depositario del premio para cobrarse en especie no debió ser un cualquiera, ya que con 10 pesetas en los años 30 se podían hacer muchas cosas y no baladíes.


Luego, apareció la encargada del negocio carnal de Valencia en Bany 12, "una tal Paquita", en un auto de instrucción del Juzgado de Barcelona de 1939, donde, casualidades de la vida, había relación con una de las figuras más rocambolescas del anarquismo ibérico, Buenaventura Durruti, y dos compañeros más de juergas sexuales y de otro tipo más sanguinario.



Buenaventura Durruti


Por su interés, por destacar el lenguaje de la época plagado de epítetos y por el morbo con que se narran los hechos, si se prescinden de los asesinatos cometidos, reproducimos el sumario:

“Durante el período de dominación rojo separatista, se manifestó (Monserrat V.P., alias La Raquel, encargada de una casa de lenocinio en Barcelona) completamente afecta a las ideologías marxistas, entablando relaciones íntimas con Ascaso, Durruti y Combina, con quienes en compañía de su amante y otros patrulleros de la F.A.I. [Federación Anarquista Ibérica] se reunían en casa de la Monserrat P. para festejar los crímenes, asesinatos y robos, que eran en dicha casa tramados.

Era tan grande la amistad que unía a dicha Monserrat con los citados sujetos y directivos de los Sindicatos de Transporte y Metalurgia, que incluso asistió en compañía de una encargada suya en el negocio de prostitución, al casamiento de un patrullero, de la ideología anarquista, llamado Freixe. El amante de la Monserrat se llamaba Manolo, apodado "El Carota", feo, con dentadura de oro, con semblante repugnante, se alardeaba siempre, cuando la visitaba, sacudiéndose los pantalones y diciendo que todavía le quedaban pedazos de seso y gotas de sangre de los fascistas que acababa de matar en la "cheka" del antiguo Banco de España. "El Carota" dio a la Monserrat gran cantidad de dinero y fue quien asesinó al Marqués de Julia que vivía en la calle de Mallorca nº 264, cuñado de Don Balotaras de Bacardí Ribas, a quien le robó de su domicilio en el pasaje de su nombre nº 1, cuanto estuvo a su antojo, pues estuvieron sacando muebles por espacio de mes y medio, regalando entre otras cosas un hermoso tocador dorado a la Monserrat depositándolo en su casa, metiéndolo luego en casa de una tal Paquita. Complicadas en parte de estos hechos delictivos se encuentran una tal Rosita apodada "La Jerezana", actualmente empleada como florista en el cabaret Mónaco, gracias a quien pudo salvar gran parte de las joyas que tenía depositadas en un banco de esta ciudad, y una tal Paquita que actualmente trabaja como encargada en la casa de prostitución Chalet Árabe. Compró la citada Monserrat V. a muchachas necesitadas joyas a bajo precio (una barrita de oro con brillantes a lo largo, por 500 pesetas). En cuanto se dio cuenta del inminente triunfo de las gloriosas tropas nacionales, se fue a vivir en una *torre de La Roca, con el exclusivo objeto de desligarse de "El Carota" con un poco de habilidad, no consiguiéndolo debido a la perseverancia que le profesaba el citado patrullero; en dicho pueblo entabló amistad con otro individuo, que en la actualidad es su amante. En el pueblo de La Roca, a la Monserrat se le efectuó un registro, incautándosele 10.000 pesetas, que le fueron devueltas por el mismo policía que practicó el registro, gracias a que la Monserrat accedió a las pretensiones deshonestas del mismo. La citada dueña de la casa de prostitución, sita en Rambla de Santa Mónica número 11 principal, tiene una cuenta pendiente con la justicia en Valencia, que importa 300.000 pesetas (60.000 duros) por juego de ventaja con un tal Ferrer y una tal Asunción.

En la actualidad se ha comprado una hermosa torre, un precioso coche, habiendo efectuado la compra de varias vacas, cerdos, pollos y demás aves domésticas.

Barcelona 3 de Diciembre de 1.939”

Juzgado de Instrucción Número 5. Sumario 18/1.948


*torre es el nombre popular en Cataluña para designar un chalet

2 comentarios:

Galderich dijo...

En una guía de prostitución del año 1933 aparece en la calle Bañs 12 1º un anuncio con la denominación: "Casa discreta de postín" sin especificar el nombre del burdel.

Galderich dijo...

Perdon, la guia es de 1935.